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FIL de Guadalajara. Primera jornada. Una feria exhuberante y sensual

Quizás los efectos del viaje tengan influencia en la sensación.

Salimos con cinco horas de retraso de Madrid lo cual nos obligo a hacer noche en México D.F. por imposibilidad de llegar al enlace con Guadalajara.

La ocasión dio pie a poder mantener una deliciosa conversación con Miguel y Mari Paz que iban en le mismo vuelo. Tiempo tranquilo y no esperado, los mejores muchas veces, para charlar sin prisas y hacer un repaso a lo pasado, el presente y el futuro del sector. Fue un auténtico placer.

Horas dormidas, y pocas, a destiempo. Vuelo tempranero para Guadalajara y aterrizaje casi directo en la Feria después de dejar los bártulos en el hotel.

Ya la llegada a Guadalajara, amén de la impresionante vista de México desde el aire, con una calle viva, fresca, pobre también, ponen otro color y dan y ofrecen otra sensación a lo que nos podemos encontrar.

La entrada a la FIL, hoy primer día, además abierto al público, me hace encontrarme envuelto entre un número de personas inencontrable en el Liber y sí quizás encontrabe en la Feria del Libro de Madrid, pero la estructura abierta de los espacios y cubierta al mismo tiempo aportan y ofrecen otra dimensión que da pie y produce el mirar más tranquilo, más sosegado, más acorde, quizás, al mirar de librería que el que se da en las dos versiones de las Ferias españolas (Liber y Feria del libro de Madrid ) que aquí son una. El Saló que hoy termina tampoco parece acercarse ni a la idea ni a las dimensiones de la FIL.

La sensación de ganas, la riqueza, la cantidad de títulos ofrecidos, la delicadeza en el trato y las fechas parecen convertirla, como me comentaba un buen conocedor de esta realidad en un estupendo cierre de año en México con sus fotos, sus noticias y la insistencia en el papel clave que el libro juega en la cultura.

Hoy sólo he hecho un primer acercamiento. No he visto más allá del 10 por ciento de la Feria. Alguien me aconsejó que me fijara en lo que queda en la periferia de la misma , en los stands que hacen borde de una de las zonas, y he encontrado material e ideas interesantes que serán de utilidad para algunos de los encargos que traía.

Me ha dado, también tiempo para cruzarme con amigos. Ya he visto por aquí a Antonio María, cuidano y velando por el espacio de la Federación, a Manolo y Patricia, velando por el de ARCE (prometo que mejoraré las fotos cuando vuelva a Bilbao).

He estado con toda la plana mayor de Publidisa , atentos como siempre y con dos importantes noticias en esta feria: el acuerdo con Barker&Taylor para el lanzamiento de Impresión bajo demanda a un ejemplar en USA y el lanzamiento de Biblioandalucia XXI que, en algunos medios , es visto con ojos bastante críticos.

Los editores andaluces son los invitados a esta Feria. He tenido la ocasión de que me presenten al señor Chaves que se encontraba por aquí. También la valoración de la presencia andaluza genera críticas y algunos se preguntan el por qué ahora y el por qué de esta inversión.

Entre los libreros andaluces, editor, también en este caso, he visto a Pepe Jaime. También merodea el incansable hombre de Pamiela, Peio Elzaburu. Que no se preocupen sus compañeros que llegará para la Feria de Durango. Gracias peio, por los consejos y la información sobre el funcionamiento del mercado mexicano.

No puedo dejar de lado al estupendo anfitrión de la tierra, Armando Mena con el que he compartido copida y plática, siempre culta, incisiva, irónica y enriquecedora.

No quiero olvidarme de Julián Martín de Díaz de Santos al cual conocí hace ya más de siete años a cuenta de unas Jornadas organizadas por Cegal sobre librerías virtuales.

Y me vuelvo para el hotel donde escribo estas notas e intento ir regularizando los ritmos de sueño y vigilia que no sé si otros menesteres nos permitirán lograr.

Sigo también, por ahora, los consejos de una buena amiga y de agua bebo sólo la embotellada. De tequila , lo que los expertos aconsejan que para ello estamos en su cuna.

 

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