A la Ministra de Cultura le tira el deporte...
Muchos habréis visto la imagen de Pepu Hernández en el recibimiento de la selección en la Plaza Castilla cuando pronunciaba y decía que había algo de lo que en el futuro se iba a hablar mucho: BA LON CES TO.
¿Os suponéis esa misma imagen diciendo: LEC TU RA?
Yo no acabo de verlo.
Desconozco cuál es el motivo pasional que une las campañas de Fomento de la Lectura a determinados deportes . Ya lo era el ciclismo, aunque a mi amigo consultor-lector no le he escuchado nada sobre el placer que produce la lectura encima de la bicicleta. Se hizo un intento con el fútbol que se quiere volver a repetir y, ahora, se une el baloncesto. Algún librero podría haber asesorado si esto tiene mucho sentido y si cuando él piensa en baloncesto la lectura no deja de sonarle a música celestial. También algún editor podrá hacer un seguimiento de primera mano entre gol y gol y recoger, posteriormente el efecto de los anuncios en el estado anímico-futboleto de la afición que nos trasladará fielmente los domingos a la noche a través de estos espacios blogeriles.
Las ideas de los sorteos, es decir de dar gratis, son siempre estupendas. Trabajan con claridad las posibles actitudes de valor del soporte o producto que si me toca por azar tendrá, precisamente, el valor de la casualidad no convertida o trasformada en hábito.
Una reflexión en boca de otro sobre este modelo de campaña:
No hay nada que sustituya a la relación personal…No creo que esto se pueda sustituir por cualquier medio masivo. Está muy bien lo que se hace en televisión, periódicos, radios, pero tengo la impresión de que es una invitación a la lectura dirigida a quienes ya de por sí leen, y a quienes la reseña de un libro, el comentario en la radio o en la televisión les pueden sugerir una nueva lectura o descubrir un nuevo autor, pero que ya están inmersos en la lectura. Difícilmente, alguien que no está acostumbrado a leer, que no sabe qué chiste tiene o por qué es importante, se va a acercar a los libros por un programa de televisión o uno de radio o por una reseña en el periódico. No hay nada que sustituya la presencia concreta de una persona con quien hablar acerca de los libros…Hacer publicidad masiva para decir que leer es importante no producirá necesariamente un alud de lectores. (Fernando Escalante en Juan Domingo Argüelles; Historias de lecturas y lectores ; pag. 103)
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