Siguiendo con la celebración y El ejército de Salvación en portada
Cumpliendo la octava de la misma ayer fue un día placentero de buena tertulia con personas, por un lado, desconocidas para mí en ese momento. Estábamos las cuatro personas que habíamos quedado para darnos un homenaje, pero en la previa se nos unieron un uruguayo, un cubano y la compañera de éste. Delicioso rato acompañado de albariño, bonito y anchoa en el porche y al resol para ir desgranando nuestras adolescencias y las de, ahora, nuestros hijos; las diferencias culturales; los cambios de roles sociales....y los futuros y posibles cambios que se van produciendo a un ritmo que, quizás, nos resulta incontrolable a veces.
Con la llegada de Marijose iniciamos la comida. Los vecinos se van a disfrutar su cordero. Nosotros nos conformamos con unas tiernas fabes y unas chuletas compartidas de las que todos disfrutamos.
La charla se puede producir siempre que las personas acompañen en quietud o en movimiento
más ayer que quedó una tarde espléndida para intentar bajar esas insinuaciones que aparecen a la derecha y que obligan al cuadro a perder su rectitud Tiempo, también para los sueños caballísticos y caballerosos perdidos y, fin de día con merienda, es decir, día con tres golpes serios de alimentación en la que no faltó ni la fruta ni el fruto elaborado de algunas frutas.
Contentos, además, con el excelente tratamiento que Gara ha dado a Abdelá Taia y su obra en Mugalari, el suplemento de ayer sábado.
Lo que en Gara no se puedo leer y entiéndase que no es por censura.
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